Reflexiones con cerveza

No sé porqué me pongo reflexiva y medio profunda cuando salgo a tomar, cuando en realidad debería ser lo contrario y adoptar una posición más festiva y burbujeante. Así pasó anoche cuando la Cata decidió que me iba a escuchar casi TODA la noche mientras le contaba de mi vida "amorosa" desde los tiempos primigenios hasta los desastres actuales, pasando por condorillos varios de los cuales para mi tranquilidad mental no me arrepiento, y todo en compañia de unas buenas y heladas cervezas.
Entre cuento y cuento fui estructurando una foto de como estoy hoy en día, y quizás de manera inconsiente llegué a la conclusión de que adoro la vida que tengo. No tanto por ese lado espiritual o religioso en el que la vida se ve como un regalo y un don, sino que para mí, la vida que tengo es lo máximo, no le faltan muchas cosas, tiene drama, intrigas, comedia, accion... etc. Descubrí que aunque a veces me repita hasta el cansancio que la vida me latea, sé que es mentira porque en realidad mi vida esta casi para la pantalla chica o algo así.
Además creo que, como le decia a la Cata, tengo un poco claro como funciona este jueguito y sí, puedo llegar a ser una gran jugadora. Reconocí que ahora hay miles de cosas que me hacen mucho más sentido que antes y otras que ya no me importan tanto. Sé que he transado varias veces algunos aspectos que en otras situaciones serian intransables... pero no me arrepiento de eso, porque en realidad si no hubiera hecho eso no sentiria que mi vida es medianamente entretenida y/o digna de ser comentada en una salida "carretera". Pero eso no es todo, también descubri que estoy en un buen pie, que a pesar de tener una espinita en el corazón tengo ganas de intentar otra vez, entendí porqué no logro funcionar y que es lo que tengo que mejorar...
Y al final concluí que todo esto es para pulir el alma, preparar la casa cosa de que si llega ESA visita este todo bien, en orden y bonito...
Sanito.