Cambio y fuera

Dicen las malas lenguas que todo cambio o reformulación es siempre para mejor, y yo sinceramente espero y deseo que así sea.
Quizás haya resultado sorpresivo, probablemente antojadizo y repentino, pero ante el arrebato del corazón uno no puede hacer mucho más que escuchar lo que siempre quisiste callar en la conciencia.
Eso fue lo que pasó cuando llamé a mi mamá a la oficina, y ella no logro disimular su preocupación por mis constantes ausencias a la universidad y a clases. Ante eso no pude hacer más que confesarle que ya no estaba ni conforme ni feliz con lo que estaba llevando en los hombros, no pude mentir más, fui valiente y le dije la verdad.
"Mamá, me da lo mismo que le echen de la U, prefiero mil veces estudiar en otro lado, otra cosa, pero de verdad que no quiero más diseño en mi vida por un buen tiempo".
Ante esa reacción, cualquiera se esperaría el escándalo de la vida, llantos, gritos, amenazas de muerte y todo tipo de situaciones intimidantes y amedrentadoras. Pero no, no fue así.
Lograr hacer entender a tu madre, desde lo mas profundo de tu corazón es algo sinceramente increible por la sencilla razón de que no esperas tanto apoyo y tanta comprensión ante una decisión de apariencia antojadiza y digna de niñita quinceañera.
El primer escalón del desafío ya estaba franqueado, ahora solo faltaba mi papá; pero como funcionan las cosas en mi casa, seguramente mi papá lo supo 10 segundos después de que mi mamá me cortó el teléfono.
En resumen, la familia siente alivio, en cambio yo siento un poco de ansiedad, porque sé que en mi vida, la fortuna y el destino se están entrelazando para lograr solo cosas buenas de ahora en adelante.
La vida ha sido bien conchuda conmigo, me ha enseñado a golpes y porrazos cosas que a veces no entiendo; pero que indistintamente acepto, y asi se siente bien de todas maneras, pues mantengo la vaga esperanza de recordar en el momento preciso la lección aprendida y la respuesta correcta.
Por lo mismo al comentarle a mi mami los miedos que me da el cambio inmimente, ella tuvo una salida simplemente genial, y me dejó en claro que no tiene nada de terrible volver a estudiar a los 21 años, partiendo desde cero; pues tengo la ventaja de tener mil batallas más y muchas cosas más que contar, mas madurez, mas temple, mas sueños y mas esperanzas, porque sé que todo resultará bien.
todo cambio dicen las buenas lenguas que es para mejor,
yo... yo puedo dar fe de aquello.
Todo va a estar bien, lo sé.

cambio de casa
adios mr. bello
walter gropius, sacúdete en tu tumba, creaste una tropa de energúmenos que el dia de hoy difícilmente recuerdan, que es dormir o tener tiempo libre.
... la familia ibañez me compro los derechos.
cambio y fuera.
a ganar se ha dicho!