idiota profesional dice ya no más.

claro, la vida no nos ha tratado lo suficientemente mal como para no sabernos ridiculizados ante el mundo, pero eso no es impedimento para ridiculizarnos aun mas y por cuenta propia, en un esfuerzo descomunal de idiotez absoluta.

pues bien, uno cuando parrandea, carretea, jugosea... y todos los demas eas que se puedan agregar de acuerdo al caso... uno se sale de si, y se vuelve un idiota mas, alcoholizado, y lleno de humo en el cerebro y los pulmones... en vez de sangre tenemos cerveza, vino, pisco, ron, vodka y etecé infinito.
y eso no hace mas que esto...
que uno agarre el celular
marque el numero menos indicado
el que no deberia estar en la memoria... pero que de buena onda no borras porque sabes que quizás lo vas a necesitar en un futuro lejano y bien lejano realmente...
y termines dando pena por telefono y ridiculizándose ante alguien que de verdad no está ni ahi con lo que te pase o con lo que quieres decirle.
y además gastas plata... plata valiosa que te puede salvar de algun imprevisto... pero bueno, que más da.

y al otro día... con caña infernal
cuerpos cortados, mutilados
cerebros pisoteados
y todo lo demás que se deduce de una noche de juerga satánica...
en ese minuto de miseria neuronal total... ahi uno se da cuenta de lo mal que estaba haciendo las cosas
y despues de un nanosegundo de misericordia y de amor propio dices
... ya no más.
y decides no usar mas el puto telefono para llamar al engendro del demonio con el que hablabas ayer... y decides no pensar mas en las tonteras que hiciste anoche...
y solo prefieres tomarte una cocacola bien helada
comer algo
y sobrevivir.
si, sobrevivir la vergüenza autoimpuesta... y con las pocas migas de amor propio que van quedando en la cabeza y el corazón.
por eso... ya no mas... no mas.